La radioafición ¿el primer movimiento «maker?
Existe un gran desconocimiento por la el público general e incluso aquellos pocos de que se interesan por la radioafición sobre lo que es la radioafición. Uno de los mayores «peros» es el hecho de que se le da un énfasis a la comunicación que no debería tener dentro de la afición.
Claro que una parte de la afición consiste en ruedas en HF, charlar en los repetidores y en DMR y otros modos digitales y en comunicarse con otros radioaficionados de cerca y de lejos.
Pero la esencia no es eso. La esencia de la afición consiste en la experimentación técnica relacionada con las radiocomunicaciones, un campo en continua investigación y evolución. Como ejemplo, en los años 20 del siglo pasado, se obligó a los radioaficionados a utilizar frecuencias consideradas muy altas para la época – lo que hoy llamamos «onda corta» o comunmente HF, con la idea de que estas eran inservibles para las comunicaciones comerciales de la época. La sorpresa por parte del «lobby» de Marconi, Telefunken y consortes sería enorme, cuando los radiaficionados demostraron que no solamente eran útiles, sino que lo eran mucho, y que se podía llegar mucho mas lejos (dependiendeo de las condiciones de propagación) que con las tan populares «ondas largas».
Vayamos en avance rápido casi 100 años mas tarde. Motorola saca su sistema MOTOTRB, estandardizado mas adelante como DMR por la ETSI. Empiezan a aparecer equipos para este estándar de voz digital, y de repente unos señores radioaficionados en USA empiezan a investigar el estándar y los aparatos para adaptarlos al uso por radioaficionados. El resultado es de sobras conocido apenas 10 años mas tarde, en los que DMR y la red Brandmeister son usados por gran parte de los radioaficionados.
Sobre el tema del trasteo y la autocosntrucción, también hay mucho que decir. Desde construír uno mismo una antena de tipo groundplane para las bandas 2m o 70cm, dipolos o la autoconstrucción de equipos para QRP (trabajar con baja potencia) o CW (morse). De hecho, me atrevo a afirmar rotundamente, que los radiaficionados fueron, si no el primero, uno de los primeros grupos que podríamos incluír en lo que hoy en día son los movimientos «maker», de gran aceptación y popularidad.
Creo que es esencial que para que la radioafición goce de buena salud en el futuro, debemos intentar unirnos a este tipo de movimientos «maker» e intentar reclutar nuevos radioaficionados potenciales en estos círculos, entre gente que ya tiene un sólido interés por la tecnología, la electrónica y temas afines.
El pasar a formar parte de la comunidad de los radioaficionados no es del todo trivial, ya que al ser una actividad regulada por la administración y un servicio que hoy en día se sigue considerando de utilidad pública, hay que pasar un examen, aunque debo decir que el examen actual en España me parece bastante sencillo para alguien quién tenga nociones básicas de electrónica y radioelectricidad y se haya leído al menos un par de veces alguno de los excelentes libros de texto que preparan para el exámen de radioaficionado. Luego hay que pagar una cuota para disponer de un indicativo, pero ya no hay que renovar, esto ahora es un pago único para toda la vida del radioaficionado. A esto le añadimos un sencillo walkie bibanda de DMR y en caso de no tener repetidor cerca un hotspot, y por menos de lo que cuesta un móvil de gama media-alta tenemos lo necesario para empezar.
Si, es cierto que requiere un cierto esfuerzo y empeño, además de una inversión económica convertirse en radioaficionado, pero tampoco mas que comprar y aprender bien el funcionamiento de una impresora 3D de gama media o meterse en cualquier actividad «maker».
Por esto, la radioafición está al alcance de cualquiera con una sana curiosidad por la tecnología, pero para los que no compartan esta inquietud, para esto seguirán existiendo las aplicaciones del estilo Whatsapp o Telegram o los foros (por cierto un excelente recurso añadido para disfrutar todavía mas de la radioafición.
73 de EA7KLK Volker
